Ateneo Libertario de CNT Jaén

viernes, 12 de julio de 2013

Garrote vil para dos inocentes

El caso Delgado-Granado

Carlos Fonseca

Cárcel de Carabanchel, Madrid. Madrugada del 17 de agosto de 1963. A las cinco en punto de la mañana, el siniestro garrote vil ciñe mortalmente la garganta de Francisco Granado. «Traumatismo bulbar» certifica el forense. Minutos después, Joaquín Delgado corre la misma suerte. La dictadura se cobraba dos nuevas víctimas en el vigesimocuarto año de la victoria.

Francisco Granado —un emigrante— y Joaquín Delgado —un hijo de exiliados—, ambos vinculados a las corrientes anarquistas que al inicio de la década de los sesenta se inclinaban por la acción directa, se encontraban en el lugar equivocado en el momento equivocado. El primero, inexperto y poco precavido, había llegado de Francia con explosivos que iban a ser utilizados en un atentado contra Franco; el segundo, ante el fracaso de los preparativos del magnicidio, acudió semanas después para organizar el regreso de su compañero. Antes de que pudieran volver al país vecino, dos artefactos —colocados por los también anarquistas Sergio Hernández y Antonio Martín— explosionaron en la capital de España, causando un gran número de heridos. El régimen no podía dejar pasar la afrenta, y la represión se desató, cebándose en dos inocentes.

Carlos Fonseca, con el rigor de un historiador y la tenacidad del excelente periodista de investigación que muchos lectores conocen, ha reconstruido este negro episodio del franquismo —entrevistando a familiares, dirigentes anarquistas y policías, rescatando documentos y buceando en archivos— sobre el que la justicia democrática aún no ha dicho la última palabra.

Ediciones Temas de Hoy, Col. Historia viva, 8. 
280 págs.
Madrid 1998
Rústica 22x14 cm.
6 €

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