«La verdad pura y simple es que en el
régimen de dictadura constitucional, parlamentaria y partitocrática en
vigor al sujeto medio no le llega nada más que información sesgada,
manipulada, a deshora y en ínfimas cantidades, si se refiere a los
elementos esenciales, aunque no a los inesenciales, que son aireados
con frenesí, precisamente para crear en el buen filisteo de la última
modernidad la impresión de que conoce la realidad social, señal de que
el sistema es "una democracia". Ahí desempeña Internet una función
funesta, pues se está haciendo el principal medio para saturar al
público de insignifiancias, hablillas, vaciedades, chatarra verbal y
menudencias, que atiborran la mente de datos sin valor e información
insustancial, lo que asfixia el entendimiento, dificultando
sobremanera el ejercicio de la facultad cavilativa, que es el quehacer
humano por excelencia.» [1]
Es muy complicado hacer diagnósticos más o menos definitivos
actualmente, en tanto en cuanto es un elemento en permanente desarrollo y
del cual todavía no conocemos sus efectos a fondo (sólo una
generación, la última, está creciendo con él).
Por mi experiencia, puedo ver que tiene efectos que podríamos calificar apriorísticamente de saludables, como es el acceso a fuentes de "información" y "cultura" ingentes (las comillas no son gratuitas), alternativas a los medios tradicionales del sistema. Claro que esto de poco sirve, e incluso se vuelve contraproducente, sin una conciencia en perpetua brega por discernir aquello que nos sirve de lo que no, aquello que ya ha caído en las redes (ahora virtuales) del adoctrinamiento sistémico o no.
Un asunto realmente preocupante es lo que se ha dado en llamar pensamiento horizontal, que no es otra cosa que el conocimiento superficial, falto por tanto de profundidad. Esto se ha analizado como una de las consecuencias que está acarreando el uso de Internet [2], dado que al ofrecernos respuestas inmediatas a todo nos impide centrarnos en algo. Ciertamente, mucha gente se da cuenta de que cada vez le cuesta más hacer una lectura larga y sosegada, acostumbrando a nuestra mente a conocimiento rápido, voraz y falto de reflexión.
Lo que podríamos llamar buen uso de Internet depende de la persona en última instancia y, como es sabido, la persona que se deja embaucar por la educación que recibe oficialmente desde, casi, su mismo nacimiento, no sólo usará esta herramienta para aquello que no la forma cultural ni espiritualmente, sino para menesteres, entretenimientos y ocios de nuevo alienantes, degradantes y atrofiadores de la capacidad reflexiva seria del ser humano.
Por mi experiencia, puedo ver que tiene efectos que podríamos calificar apriorísticamente de saludables, como es el acceso a fuentes de "información" y "cultura" ingentes (las comillas no son gratuitas), alternativas a los medios tradicionales del sistema. Claro que esto de poco sirve, e incluso se vuelve contraproducente, sin una conciencia en perpetua brega por discernir aquello que nos sirve de lo que no, aquello que ya ha caído en las redes (ahora virtuales) del adoctrinamiento sistémico o no.
Un asunto realmente preocupante es lo que se ha dado en llamar pensamiento horizontal, que no es otra cosa que el conocimiento superficial, falto por tanto de profundidad. Esto se ha analizado como una de las consecuencias que está acarreando el uso de Internet [2], dado que al ofrecernos respuestas inmediatas a todo nos impide centrarnos en algo. Ciertamente, mucha gente se da cuenta de que cada vez le cuesta más hacer una lectura larga y sosegada, acostumbrando a nuestra mente a conocimiento rápido, voraz y falto de reflexión.
Lo que podríamos llamar buen uso de Internet depende de la persona en última instancia y, como es sabido, la persona que se deja embaucar por la educación que recibe oficialmente desde, casi, su mismo nacimiento, no sólo usará esta herramienta para aquello que no la forma cultural ni espiritualmente, sino para menesteres, entretenimientos y ocios de nuevo alienantes, degradantes y atrofiadores de la capacidad reflexiva seria del ser humano.
Ejemplo paradigmático de ello creo que son las llamadas "redes
sociales" al uso, tan de moda entre la gente de mi edad y menor, y tan
fomentadas también en los medios tradicionales, ya integrados feliz y entusiastamente en ellas. Ya hay algunas críticas más o menos
elaboradas a ellas [3], cuyas principales conclusiones son la
despersonalización, la falsedad, la creación de una realidad irreal,
moldear la personalidad para aparecer ante los demás como alguien
distinto a quien eres realmente, tanto física como intelectualmente, el
egocentrismo exacerbado, la centralización de la comunicación con los
demás a esas vías, siempre ineficaces para una comunicación seria,
profunda y no simplista (si no estás ahí, a veces, no existes,
sobretodo en el contexto juvenil); así como el aparejado consumo
ingente de propaganda sistémica, que además es alimentada por un
pseudoactivismo virtual que tanto le gusta al progresismo, en pos
siempre de causas totalmente reformistas. La visión que da el poder de
esas redes sociales como supuestos focos de democracia directa,
participación ciudadana o activismo político también sería interesante
de analizar, sobretodo tras su ensalzamiento en las revueltas árabes
recientes y actualmente en la spanishrevolution
(sic). Es algo que, por añadidura, va parejo a la vida urbanizada
(amiga de la soledad anímica, el egotismo y el aislamiento), algo fácil
de inducir y que podemos ver reflejado en este mapa.
Lástima, no podré ser trending topic por un día.
[1] Seis estudios, págs. 125-126, Félix Rodrigo Mora.
[2] http://ramirodromo.blogspot.com/2008/07/acabo-de-leer-este-artculo.html
[3] http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/13030
Artículo cedido por Manuel Antonio Fernández.
No podemos ser tan ingenuos al pensar que las tecnologías son algo neutro políticamente hablando. Como creación del sistema (internet fue creado por el ejército de los EE.UU.) de una manera u otra lo sirven. Que la tecnología tenga cosas aparentemente positivas no quiere decir que sea conveniente en la mayoría de los casos.
ResponderEliminarEs un tema interesante. Muy buen artículo.
Desde luego. Es un artículo de los que suman y hacen reflexionar.
EliminarGran texto. Para mí internet es una arma de doble filo. Facilita mucho la comunicación, eso es cierto, pero también es otra forma de canalizar la rebeldía de la gente. Muchos hoy se consideran revolucionarios por poner un twit en su día con el hashtag #spanishrevolution.
ResponderEliminarSalud!
Totalmente de acuerdo.
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