martes, 19 de febrero de 2013

Autogestión en el deporte: la liga interna de fútbol sala de la Universidad Pablo Olavide


Sin árbitros y basada en la autogestión tanto a nivel organizativo como a la hora de dirimir posibles problemas sobre el terreno de juego. Sobre estas bases se celebra en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla la liga interna de fútbol sala. Esta iniciativa deportiva innovadora, en la que participan 180 universitarios distribuidos en 23 equipos, busca eliminar la violencia y la tensión en el juego, construyendo para ello una competición que promueve valores de tolerancia, amistad, cooperación y diversión.

Para desarrollar este proyecto, la liga interna ha alterado algunos aspectos formales del fútbol. Uno de estos cambios es la supresión de la figura del árbitro, lo que permite que su responsabilidad recaiga sobre los propios deportistas. Son éstos los que controlan el buen hacer durante el juego, alcanzando un consenso entre los equipos. Cuando el acuerdo no es posible, actúa el mediador. Una figura que aparece en el nuevo reglamento, elaborado ex profeso para esta competición, y cuya labor principal es la de dotar de oficialidad al encuentro. En concreto, este estudiante controla el tiempo, anota las faltas y goles e interviene excepcionalmente en busca de concilio de opiniones.

La autogestión no acaba, sin embargo, en el tiempo de juego. Los partidos son concertados entre ambos equipos semanalmente, contando con un horario altamente flexible ofrecido por el Servicio de Deportes de la universidad. Con todo ello se busca que los deportistas actúen con honestidad y sensatez a la hora de jugar, tomando la competición un cariz socializador donde prima la deportividad. Unos valores que, por los resultados obtenidos hasta ahora, están siendo asumidos por los jugadores, de tal forma que durante el transcurso de esta liga interna se vienen registrando una media de entre dos y tres faltas por partido.

Para potenciar el comportamiento deportivo de los equipos, la liga interna de fútbol sala de la Universidad Pablo de Olavide cuenta con dos clasificaciones: siguiendo la puntuación de los encuentros y por buen juego. De este modo, el Servicio de Deportes cede las instalaciones de forma gratuita a esta liga y exime a los participantes tanto de la cuota de inscripción como de la tarjeta deportiva. Por su parte, el consejo solicita una aportación voluntaria a los jugadores que destina de manera casi exclusiva a premios. Un incentivo para este nuevo modelo de gestión deportiva, que se posiciona como un espacio de encuentro entre universitarios, que descubren el diálogo como herramienta para la resolución de conflictos.

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