Voy a dibujar en las siguientes páginas cuatro esbozos de algunas de las escuelas libertarias que se levantaron en Europa entre el último tercio del siglo XIX y el primero del siglo XX. Fue un tiempo en el que las ideas anarquistas contagiaron a importantes capas de las clases populares y en el que algunos burgueses y nobles atrevidos unieron sus fuerzas para cambiar el mundo desde la educación y la cultura. Desde los bosques de Rusia hasta el valle del Guadalquivir se puso en práctica un tipo de enseñanza alternativa que aspiraba a desarrollar personas autónomas, libres, que pensasen por ellas mismas, rebeldes e inconformistas y con valores morales fuertes, tales como la solidaridad, el naturismo, el antimilitarismo y el internacionalismo. Con estas páginas no quiero sólo recordar la historia olvidada de algunas escuelas anarquistas, sino pensar con ellas otras maneras de educar, reflexionar sobre el rumbo de nuestra escuela, especialmente la escuela pública. Algo de contradicción hay en ese objetivo, pues son cuatro escuelas vinculadas al anarquismo, en abierta oposición a cualquier injerencia del Estado sobre la educación.
En nuestro perfil de Issuu:
Descargable aquí: