sábado, 17 de noviembre de 2018

Lucharon contra la hidra del patriarcado: Mujeres Libres


El día 23 presentamos Lucharon contra la hidra del patriarcado: Mujeres Libres en nuestro local. Os invitamos a asistir y, de paso, os dejamos un texto de la autora que invita a la lectura de su libro. Nos vemos el viernes.
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"Una vez más recordamos para saber quiénes somos; una vez más buscamos las sendas trazadas por otras para aprender de sus pasos y construir otro presente, otro futuro. Nos miramos en el espejo del tiempo sabiendo que la única lucha perdida es la que se abandona y olvida".
Mika Etchebéhère. Brigadas Internacionales. Capitana. 1937
La escritora Victoria Sendón en el prólogo de este libro nos inquiere “¿Nos hemos preguntado en virtud de qué nuestra civilización convierte las diferencias en desigualdades? ¿Por qué existen las genealogías masculinas, unidas al poder, con exclusión de las femeninas? ¿De dónde viene el desprecio y dominio de la Naturaleza, la guerra como institución o la subsidiaridad de las mujeres? ¿Cómo se han conformado la hipertrofia del ego masculino y la atrofia de la autovaloración femenina? ¿Conocemos el mecanismo de cómo estos principios se instalan en todas esas instancias a las que me he referido? Tal vez estemos necesitando un nuevo feminismo holístico o integral para comprender tanta complejidad.”
Las mujeres sufrimos el ataque voraz de lo que yo llamo la hidra patriarcal de cuatro cabezas:
Primero, la opresión de género. Somos la esclava del esclavo. La mujer padece tanto la opresión social como la del hombre en las relaciones que se dan fuera del mercado laboral, de las cuales el trabajo de producciónreproducción- cuidados nos es asignado e impuesto como rol de género. Esta cabeza siempre ha estado descubierta, y ha sido el centro de la lucha feminista interclasista que ha hecho de esta lucha su razón de ser aparcando la lucha de clases.
Segundo, el patriarcado es una ideología, entendida como conjunto de ideas y valores, en la que se sustenta la superestructura social y económica, que en nuestro caso capitalista. El patriarcado recrea y sostiene el capitalismo que conforme va madurando, como un cáncer, va destruyendo todo el tejido vivo del planeta: sus habitantes, sus relaciones, sus lenguas, sus tierras, su aire, su agua… la vida misma sucumbirá si no reaccionamos y lo extirpamos.
Esta ideología sustenta la explotación, como otra cabeza del patriarcado, paradójicamente la más seductora con su señuelo del consumismo. La explotación se ceba en las mujeres abarcando todos los aspectos de su ser, desde su capital humano hasta los elementos más profundos de su psique.
Tercero, el patriarcado para sostener de forma real y continuada la opresión y explotación, se vale desde sus propios inicios del ejercicio en exclusiva del poder, del diseño y control total en su aparato jurídico-político y represor. Esta es su tercera cabeza la del PODER, la que ejerce la dominación.
Por último, además de las tres cabezas opresión-explotación-dominación, el patriarcado local-nacional necesita extender sus zonas de extracción de recursos, sometiendo a los pueblos bien por conquista e integrándolos totalmente en sus estructuras de poder-Nación, o por dominación colonialimperialista.
Así su cuarta cabeza es la que diseña, ejerce y gestiona la conquista y/o colonización de los pueblos. Frente a las PATRIAS, como bases de dominación y colonización, a las mujeres y hombres nos urge reorganizar las MATRIAS, como espacios de los pueblos libres.
Buscando guías en esta lucha descubrimos que hay un continuo caudal de una rica lucha de mujeres contra la hidra, esparcidas por toda Europa en el último milenio, mucho antes que se definieran los términos “clase”, “proletariado”, o “liberación de género”. Entre ellas destaca por su teoría y praxis y por su cercanía en el tiempo y en el espacio el colectivo Mujeres Libres que surgen de una larga experiencia del movimiento obrero femenino, primero en Europa y después en EEUU. Por documentos conocemos que en el Estado español la lucha obrera de mujeres, como mínimo, viene desde la década de 1820, con el movimiento ludita que destruía las nuevas máquinas de la innovación tecnológica, porque sustituían su mano de obra. Primero las cigarreras y después las trabajadoras del textil, con acciones directas de huelga y sabotaje a las máquinas, reivindicaban el no a los despidos y el reparto del trabajo.
En la década de 1880 (tras la experiencia de la Comuna de París y la autoorganización libertaria), la lucha obrera femenina se consolida. Desde 1880 a 1930 hay una teorización realizada y escrita por mujeres obreras, enlazada con su lucha tanto en las calles como en las fábricas, en muchos casos con independencia de la propia lucha de los hombres.
La II República propicia la visibilización total de un feminismo propio capaz de conjugar la riqueza de su pensamiento libertario con la acción audaz que permite llevar a cabo una verdadera Revolución Social de Género y Clase contra el poder (tanto estatal, como económico o de la iglesia), en esta Revolución el movimiento de MUJERES LIBRES dejó escrita una de las más grandes páginas de la historia del feminismo occidental, conocida y reconocida más por historiadoras del resto de Europa y de América, que por quien hoy pisamos sus mismas calles. Mujeres Libres fue una organización federada de los pueblos del Estado español, que centraba su lucha en el triple eje la liberación de género, clase y poder. Nace como organización exclusivamente de mujeres en mayo de 1936, llegando a tener inscritas 28.000 militantes trabajando casi en exclusiva para la organización. Para entender su magnitud cabe señalar que en 1936 todo el Partido Comunista tenía 3.500 militantes.
Revolucionaron la sexualidad, consiguiendo el divorcio, la legalización del aborto, el desarrollo de las maternidades, cuyos grandes centros en Cataluña, Valencia y Madrid fueron gestionados por ellas mismas. Desarrollaron los espacios de liberación de la prostitución.
El grupo Mujeres Libres de Maeztu (Araba) bajo la cobertura del gran médico Isaac Puente, defensor de la maternidad libre y consciente, llevaban adelante el primer consultorio sexológico por correspondencia, que respondía a cartas de todo el Estado español.
Revolucionaron la educación, formaron y gestionaron ellas mismas, escuelas de chóferes, de mecánicas, de bomberos, de todas las profesiones obreras desarrolladas hasta ese momento por hombres. Colectivizaron tanto explotaciones agrícolas como grandes fábricas, que dirigieron en su totalidad. Fabricas de armamento, de elementos de transporte, fabricas de equipamiento al frente de batalla y a la retaguardia urbana. La Generalitat les concedió la gestión de todo el transporte urbano de Catalunya, tanto administrativa y organizativamente como laboralmente, ellas conducían los trenes, tranvías y autobuses.
Revolucionaron la vida familiar, con su no “al matrimonio como contrato”, teorizaron y practicaron la libre unión y la colectivización del trabajo de reproducción y de cuidados.
En Euskal Herria, su concepto de lucha, más allá del género, les hizo ser muy críticas con Emakume Baltza, las mujeres del PNV, fieles tradicionalistas del respeto a la iglesia y la tradición patriarcal, lege zaharra, con la aceptación plena de los valores que seguían oprimiendo a las mujeres. Tampoco se unieron a las mujeres socialistas, ni a las comunistas centradas casi en exclusiva en la AMA, Asociación de Mujeres Antifascistas, que se ocuparon del Socorro Rojo en las cárceles, y de labores asignadas como clásicas de mujeres en la retaguardia. Dentro del partido comunista, como en el socialista, luchar por la liberación de la mujer carecía de sentido, hasta conseguir la liberación del proletariado.
El modelo de mujer militante de Mujeres Libres, para mantener la identidad de su lucha se mantenía independientes a cualquier estructura de poder de cualquiera de los partidos políticos (tampoco estaban sujetas a la CNT).Por ello fue un modelo de mujer repudiado no solo por el franquismo sino, también, por los partidos que pactaron la transición. Nos las han ocultado por ser perdedoras, por ser mujeres y por el hecho de haberse atrevido a desafiar a todas las cabezas de la hidra patriarcal desde su sentir libertario. Mujeres que desde el exilio, la cárcel, la resistencia armada entre 1939-1950 (muy poco conocida) y la resistencia silenciosa en las calles mantuvieron con dignidad la palabra MUJER.
Mujeres Libres, Inspiró al feminismo europeo y norteamericano, de los años 1960-70 del pasado siglo, conocido como el feminismo de la segunda ola. Esta ola solo recogió su teorización de lucha de género ,olvidando la unidad de su pensamiento como lucha conjunta de género, clase y poder. Unidad que sí fue tomada como elemento inspirador en muchas de las luchas de liberación de que a partir de los años 1970 se extendieron por América Latina.
Las mujeres y la izquierda tenemos por delante una urgente tarea política, el desarrollo de una teoría de la opresión-explotación-dominación-conquista de la mujer, y una praxis de liberación cuyos cimientos ya existen, solo debemos desescombrarlos. El libro quiere ser una pequeña aportación en esta gran tarea.
Nekane Jurado
Más inofrmación sobre Lucharon contra la hidra del patriarcado: Mujeres Libreshttp://fal.cnt.es/tienda/node/683

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